10 Escritores famosos y sus bebidas favoritas

Si bien muchos escritores han firmado grandes obras bebiendo duro, las musas aparecen y les inspiran con una botella al lado, está bien documentado que algunos de los más grandes escritores del siglo pasado vivieron rápido y bebieron en exceso. No están todos ya que son muchos, echareis de menos a Jack Kerouac`s que desarrollo una pasión por las Margaritas durante sus viajes por México, y la famosa historia de las últimas palabras de Dylan Thomas ´he bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord`.

Que mejor manera de empezar que con el gran bebedor Charles Bukwoski, uno de mis preferidos y con el que he disfrutado leyendo muchos de sus libros y relatos cortos, de escritura realista donde en la mayoría de las veces plasma su vida sin adornos, nos enseño su vida y la de los más pobres americanos, también escribió cientos de poemas.

Bukowski bebía cualquier cosa que caía en sus manos, pero su bebida preferida era un trago de whisky con cerveza, que Bukwoski describió como ´una amante continua`. ´Este es el problema con la bebida, si algo malo sucede bebes en un intento de olvidar, si sucede algo bueno bebes para celebrarlo, y si no pasa nada bebes para que algo suceda`.

En segundo lugar tenemos a Truman Capote, que nos dejo obras como Desayuno con diamantes o A sangre fría. Truman durante toda su vida fue fiel al cóctel Destornillador, se refería a él cariñosamente como ´una mezcla de vodka, jugo de naranja y rodajas de naranja`, y esto tan sencillo es un Destormillador.

Capote dijo, ´esta profesión es un largo paseo entre las bebidas`. Hay un cóctel muy parecido al de Truman que a mi me parece excepcional, un Destornillador con un toque de licor de plátano y una ramita de hierbabuena, os recomiendo que lo hagáis y disfrutéis de algo exquisito.

El tercer lugar es para Dorothy Parker, dos guiones de Dorothy llegaron a estar nominados para los Oscar, poeta, escritora de cuentos, sus criticas satíricas eran audaces, escribió para The New Yorker, Vanity Fair y Vogue.

Aunque era aficionada al Whisky Sour, era una fanática del Gin Martini, con su ingenio mordaz una vez dijo ´Me gusta tomar un Martini, dos a lo sumo, después de tres estoy debajo de la mesa, después del cuarto estoy debajo de mi anfitrión`.

A título póstumo y en su honor, una empresa americana creo el Gin Dorothy Parker que entre sus botánicos lleva bayas de saúco, canela y pétalos de hibisco, también se hicieron una serie de cócteles en su honor.

El cuarto escritor es el estadounidense Ernest Hemingway, que una vez dijo ´bebo para hacer que otras personas sean más interesantes`. Se caso cuatro veces, tuvo una historia de amor durante toda su vida con el alcohol, por lo que es difícil encontrar una sola bebida que se pueda clasificar como su preferida.

Pero hay algunas que están claras a lo largo de su vida, si bien mucho dicen que era el Mojito, por el contrario otros dicen que era el Daiquiri y se le podía ver habitualmente en el Floridita de la Habana con uno en la mano, dicen que le gustaban tanto que se los ponían en vasos tan grandes como jarrones, una vez se jactó de beberse 16 de estos en unas horas.

Sin embargo, Hemingway siempre fue disciplinado con el trabajo y lo separaba de la fiesta, una vez escribió ´haz siempre sobrio lo que dijiste que harías borracho, eso te enseñará a mantener la boca cerrada`. También se conoce que era un fan del Martini Seco, Hemingway también inventó su propio cóctel ´Muerte en la Tarde`, combinado de absenta y champagne, el autor aconseja verte primero la absenta en el vaso y luego añadir el champagne helado.

El quinto es Raymond Chandler, novelista y guionista que empezó tarde en el arte de escribir, después de perder su trabajo como ejecutivo de una compañía de petróleo durante la Gran Depresión en la década de los años 30.

Su primera novela fue publicada en 1939 y pasó a ser adaptada a la gran pantalla, ´El sueño eterno` interpretada por Humphrey Bogart como el detective Marlowe, junto a la preciosa Lauren Bacall.

El cóctel favorito de Chandler es el Gimlet, que además lo popularizo el personaje del detective en su libro ´El largo adiós`.

Tenia un copia-pega por ahí que me pareció muy inteligente, y el azar hace que encaje perfectamente aquí, lo pongo tal cual y me tomo dos Gimlets de castigo por no haber cogido el enlace de quien lo escribió para ponerlo.

"En esta época de puritanismo atroz y alegre simplonería, en la que el ciudadano común transita del café sin cafeína a la cerveza sin alcohol, y se divierte trotando por la acera o fumando vapor de agua, no viene mal asomarse a las historias sucias de Raymond Chandler, para que no se nos olvide cómo era el mundo de ayer".

Veamos: el detective Philip Marlowe se encuentra en casa de una mujer que tiene sólidas ligas con el caso que debe resolver, y ha pasado todo el capítulo 19 de la novela desarrollando una actividad mental desmesurada, a saber: obtiene información de la mujer, que es muy atractiva, a la vez que va atando cabos con los datos que tiene en la cabeza y, simultáneamente, se contiene para no caer en el juego de seducción que la chica despliega a su alrededor. El detective ejecuta este desmesurado esfuerzo mental bebiendo una serie heroica de whiskys.

En una cuenta gruesa que le he hecho concluí que en este libro, Adiós, muñeca (1940), el detective se bebe un promedio de dos whiskys por página. Después de esa cantidad oceánica que acaba de beberse, sale de la casa por su propio pie, con una envidiable verticalidad y razonando con una potencia mental digna de un filósofo, o de un estafador, y desde aquel mundo paradisíaco, en el que los controles de alcoholemia eran cosa de cuáqueros, y el whisky era un placer y no un oscuro suicidio en ralentí, nos cuenta: “Subí a mi coche y miré el reloj antes de arrancar. Eran casi las cinco. El whisky, como sucede cuando es lo bastante bueno, me hizo compañía durante todo el camino de vuelta hasta Hollywood, y acepté los semáforos en rojo sin rechistar”.

El sexto y nacido en Mississipi es William Faulkner, escribiendo de todo, desde novelas, cuentos, guiones y poesía. Considerado uno de los escritores más importantes de la literatura estadounidense del sur, sus novelas ´Una fábula` y ´Los rateros`, ambos ganaron el premio Pulitzer.

Cómo corresponde a un sureño, su cóctel favorito era el ´Julepe de Menta` (Mint Julep).

El séptimo de la lista, es Tennessee Williams otro nativo de Mississipi, famoso por sus obras de teatro ´Un tranvía llamado deseo`y ´La gata sobre el tejado de zinc`, también fueron éxito ´Dulce pájaro de juventud`y ´Orfeo desciende`. También escribió cuentos, poesía y ensayos.

Por desgracia, hacia el final de su carrera, el alcohol y las drogas humedeció su producción creativa. Su cóctel favorito era el ´Ramos Fizz`, inventado en New Orleans en 1888 por Henrico C. Ramos, servido en vaso de tubo se mezcla la ginebra, el zumo de limón, clara de huevo, azúcar, agua de azahar y se termina con soda. La bebida es aun popular en New Orleands y con frecuencia se bebe en honor de Williams.

El octavo de la lista es Ian Fleming, autor de los libros de James Bond y Fleming fue un paso más allá e invento un cóctel para su agente secreto, el ´Vesper Martini` que se compone de tres medidas de ginebra Gordon`s, una de vodka y media medida de Kina Lillet, se cierra con una piel de limón, sacudido no revuelto (naturalmente), esté cóctel apareció por primera vez en 1953 en la novela Casino Royale. El mismo Fleming tomó sus Vesper Martini en el Duke´s del hotel St James.

Mucho hay publicado sobre el Agente 007, el Martini de Vodka llegó en el años 1962 con la película ´007 contra el doctor No`, donde se había cerrado un acuerdo publicitario con la marca de vodka Smirnoff.

El noveno puesto de la lista es para el escritor F. Scott Fizgerald, con Zelda su esposa trastornada emocionalmente, Scott necesita un trago fuerte cada noche para relajarse. Considerado como un miembro de la Perdida Generación de los años 1920, nos dejo obras como ´Beautiful and Damned`, ´Suave es la noche` y el clásico americano ´The Great Gatsby`, dónde muestra la decadencia empañada en champagne en la época del Jazz, donde su heroína quiso un cóctel Gin Rickey, el preferido de Fizgerald.

El Gin Rickey, se sirve en vaso alto y es una simple mezcla de ginebra, lima y soda. Ernest Hemingway se hizo amigo de Fizgerald en París, donde tomó una aversión inmediata a Zelda, acusándola de fomentar activamente a beber a su marido con el fin de apartarlo de la escritura.

Fizgerald describió el alcohol como ´lentes del color de rosa de la vida`, se ganó su reputación como uno de los grandes bebedores más notorios por sus excesos, dicen que prefería la ginebra por qué era más difícil de detectar en el aliento.

El décimo y último escritor de la lista es John Steinbeck, nacido en California en 1902, escribió más de 27 libros, gano el premio Pulitzer, entre su obras se encuentran ´Las uvas de la ira`, ´De ratones y hombres` o ´Al este del Edén` que se llevo a la gran pantalla en 1955 y fue protagonizada por James Dean.

Steinbeck siempre evitó llevar una vida moderada en favor de la vida extrema, una vez dijo ´siempre he vivido con violencia, enormemente borracho, he comido demasiado o nada, dormía todo el día o pasaba dos noches sin dormir, he trabajado demasiado duro y demasiado tiempo en la gloria o un tiempo en la más absoluta pereza, me he caído, levantado, hice el amor con alegría y me llegaron mis resacas, como consecuencia, no como un castigo`, la verdad que no tiene desperdicio ¿no os parece?.

Lo que también tenia claro era su cóctel favorito, el ´Jack Rose` una mezcla de Applejack, granadina y jugo de limón.